Durante la pandemia hemos visto reducidos los niveles de contaminación. Algo que ha dado un respiro a las ciudades y nos ha dejado numerosos relatos, algunos verdaderos y otros no, como el avistamientos de delfines en los canales de Venecia.
El coronavirus nos deja una serie de lecciones y transformaciones que pueden suponer un cambio radical en nuestra forma de vida. Siguiendo la tendencia, la necesidad de desplazamientos prolongados y largas jornadas en la oficina está disminuyendo.
Las estadísticas de Global Workplace Analytics muestran que el 80% de los empleados quieren teletrabajar al menos de manera parcial y el 35% manifiesta que incluso cambiaría de trabajo para poder trabajar de forma remota.
El teletrabajo está imponiéndose y demostrando múltiples beneficios para empresas, trabajadores y, también, para el medio ambiente. Se trata de un modelo que satisface la demanda de una mayor responsabilidad medioambiental, apoya el crecimiento económico y reduce la brecha entre las comunidades urbanas y rurales.
Beneficios del teletrabajo en la sostenibilidad
Dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, se definen una serie de metas que guardan mucha relación con los beneficios derivados del teletrabajo.
1. Una vida más sana para todas las personas
Ningún otro aspecto de nuestra vida profesional diaria se considera tan eficaz para lograr un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal como el teletrabajo.
Según los datos del último informe global realizado por Moovit, los desplazamientos al lugar de trabajo tienen una duración media de 30 minutos en España, siendo Madrid y Barcelona las comunidades donde más tiempo se emplea en estos desplazamientos.
Además, con la situación del coronavirus se ha reducido el uso del transporte público en un 42% entre los españoles.
Con la generalización del teletrabajo y la disminución de la movilidad laboral, se está contribuyendo a reducir la emisión de gases de efecto invernadero, pero va más allá. El tiempo ahorrado en estos trayectos también beneficia al bienestar individual ya que se puede dedicar ese espacio a aspectos personales.
La mejora en la conciliación de la vida profesional con la privada ayuda a reducir el estrés de las personas y a mantener un mayor equilibrio emocional.
2. Acceso a energía asequible, sostenible y moderna
El informe de Greenpeace “Un año de teletrabajo. Su impacto en la movilidad y en las emisiones de CO2” identifica en el teletrabajo una oportunidad para reducir las emisiones relacionadas con el transporte de pasajeros.
Disminuir los desplazamientos al puesto de trabajo, especialmente aquellos que se realizan en coche particular, influyen en el medioambiente y también en el ámbito económico y estructural, siendo un elemento de ahorro potencial.
Puede ser un incentivo para la inversión en energías sostenibles en movilidad y mejorando la calidad y eficiencia del transporte.
3. Crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible
Pese a todo pronóstico, el teletrabajo ha impulsado la productividad de las empresas. El incremento medio a nivel mundial es del 18%, una cifra que se acompaña de la mejora en la calidad de vida de los trabajadores.
La reducción de los costes fijos, está permitiendo a las empresas a invertir en innovación y procesos de digitalización. Ambos ayudan a la mejora de la optimización de procesos y recursos, lo cual tiene un gran impacto en la sostenibilidad y beneficia a la Responsabilidad Social Corporativa.
Por otra parte, gestionar un equipo en remoto requiere de un esfuerzo extra en la comunicación, mediante el que se están construyendo culturas mucho más cohesionadas y está explotando el perfil del liderazgo empático.
4. Asentamientos inclusivos y sostenibles
Puede observarse la reversión de la "fuga de cerebros del mundo rural", un fenómeno que describe la migración de talentos jóvenes y bien capacitados de las zonas rurales a las grandes ciudades con mejores oportunidades laborales.
El teletrabajo no solo es una gran oportunidad para que estos talentos no migren, sino que también promueve el crecimiento de la riqueza en las zonas rurales. Si cada vez más profesionales jóvenes y altamente calificados pueden vivir en lugares apartados, más capital permanecerá en esas áreas.
5. Combatir el cambio climático
El teletrabajo destaca, entre otras cosas, por la reducción de la huella de carbono y la contaminación en el aire. Según el informe estatal sobre ozono elaborado por Ecoembes, en 2020 la contaminación por ozono descendió un 41%. Un dato sobre el que aún hay que trabajar, pero que ofrece un punto de vista esperanzador en la lucha contra el cambio climático.