Durante los dos últimos años, el trabajo ha cambiado drásticamente. Tanto que, cuando hablamos de las nuevas formas de trabajar, nos referimos a aquellas que ya se han consolidado como hábitos.
El teletrabajo fue la gran apuesta de las empresas durante la pandemia. Y, ahora, con la vuelta a la normalidad y los buenos resultados obtenidos, ¿cómo pueden explicar las empresas a sus empleados que deben volver a las oficinas el 100% de su tiempo?
Ante la nueva situación y las exigencias de los empleados, las empresas han intentado encontrar fórmulas, casi mágicas, para lograr el equilibrio entre la satisfacción de sus trabajadores, los elementos necesarios para la conciliación y evitar la caída del sentido de pertenencia a sus empresas. Y parece que la fórmula que consigue este equilibrio es la fusión entre la presencialidad y el trabajo remoto: el modelo híbrido.
Esta tendencia híbrida ha sido clave en el nacimiento de muchas startups. Según una encuesta de January Ventures, el 91% de las startups en fase inicial comenzó de forma parcial o totalmente distribuida. Y, si estas son una ventana al futuro, el trabajo híbrido es una tendencia que, probablemente, ha llegado para quedarse.
Según Ainhoa Álvarez Alonso y José Luis Casal, en su tribuna “El futuro del trabajo es hoy”, las nuevas fórmulas laborales necesitarán de nuevas tecnologías que faciliten el desarrollo de estas tareas y aumenten la productividad de los empleados, tanto en la oficina, como en sus casas.